El aprendizaje sostenible es aquel que se dirige hacia la construcción de una base de conocimiento inteligente auto-regulada que sirva para la vida, tratando de evitar la mera reproducción de contenidos educativos.
El aprendizaje sostenible
es un nuevo enfoque que busca alinear una forma de pensar sobre el aprendizaje
con la acción dentro del aula para generar un aprendizaje perdurable. Se define
como ética del cuidado y tiene como objetivo equipar a los profesores y
estudiantes con la capacidad de transformarse a sí mismos y a los demás a
través de prácticas inclusivas eficaces.
Las dimensiones del
aprendizaje sostenible están interconectadas: aprendizaje para todos, enseñanza significativa y aprendizaje
perdurable conforman un marco que alimenta y enriquece las prácticas del
aula.
Esta propuesta evidencia
la posibilidad que el docente adapte la manera en la que enseña según las
necesidades y capacidades de aprendizaje de cada estudiante, es viable para
crear un ambiente seguro que favorece a todos los niños, niñas y adolescentes
en su manera de aprender.
Se basa en los conceptos relacionados
con la educación para la sostenibilidad, los cuales son “justicia social, énfasis
en el aprendizaje más que en la enseñanza, la utilización de métodos apropiados
de evaluación, reconocimiento de las perspectivas de los pueblos indígenas en
el conocimiento, las TIC’s como herramientas de aprendizaje, resolución de
problemas, el aprendizaje para el futuro y la toma de decisiones colaborativa”.
De acuerdo a los
objetivos del aprendizaje sostenible, no se debe desperdiciar ningún talento; se
debe renovar la energía para el aprendizaje.